El piloto tapatío deberá buscar remontar desde una potencial novena posición para seguir liderando la batalla por el subcampeonato de Fórmula 1.
Las primeras dos decepciones de la sesión de clasificación llegaron apenas en la Q1 con la eliminación de Esteban Ocon y Daniel Ricciardo. El piloto francés llegó al Gran Premio con una mejora en el piso plano de su Alpine, por lo que sorprendió que se quedara afuera en las primeras de cambio.
Por su parte, tal como le ha ocurrido a lo largo de la campaña, Ricciardo no pudo explotar las cualidades de su McLaren y acompañó a Ocon, Schumacher, Magnussen y Latifi en la lista de relegados.
Los equipos de punta solamente salieron a pista una vez durante la Q2, aprovechando la diferencia de tiempos con respecto a los equipos de la zona media y cuidando los juegos de neumáticos disponibles para la carrera ante una posible estrategia a dos paradas.
La batalla por la clasificación a la última etapa se intensificó cuando el cronómetro llegaba a su fin. Albon, Zhou, Vettel, Gasly y Tsunoda no pudieron recortar la brecha y cayeron eliminados del top 10.
Ferrari dio el primer golpe de autoridad en la Q3, con Leclerc liderando por encima de Sainz. El monegasco mandaba un mensaje a sus rivales a pesar de que tendrá que lidiar con una penalidad de diez puestos de parrilla.
Los de Maranello asestaron el golpe final por medio del español, Carlos Sainz, quien bajó el tiempo de su compañero para asegurar su tercera Pole Position de la temporada.
Checo Pérez se mantuvo en todo momento por debajo de los Ferrari y Max Verstappen, pero superior a los pilotos de Mercedes, con lo que se consolidó con la cuarta posición, que se esfumará por la penalidad que recibirá el mexicano.