Con todo y confusión incluida, Max Verstappen se convirtió en bicampeón de la Fórmula 1 al ganar el GP de Japón. Por su parte, el piloto mexicano se subió al podio por novena ocasión en el año.
Bajo una incesante lluvia sobre el circuito de Suzuka, la carrera dio inicio con una caótica primera vuelta. Max Verstappen defendía la primera posición ante el ataque de Leclerc y Checo Pérez se apoderó del tercer sitio.
La falta de visibilidad por la gran cantidad de agua en la pista cobró factura a varios pilotos, entre ellos Carlos Sainz. El español perdió el control del monoplaza e impactó el muro, provocando la aparición del coche de seguridad.
Sin embargo, las condiciones climáticas obligaron a la dirección de carrera a sacar la bandera roja y detener las acciones por cuestiones de seguridad.
Tras dos horas de espera por la bandera roja, se anunció la reanudación de la carrera con salida detrás del Safety Car y con 50 minutos restantes de competición.
Una vez que se metió el safety car que guiaba a los coches en la pista para la reanudación, varios pilotos optaron por el cambio de neumáticos de lluvia extrema para instalar los intermedios; esto generó numerosos cambios de posiciones, con excepción del top 3 que permaneció con Verstappen, Leclerc y Pérez.
Rumbo al final de carrera, Charles Leclerc sufrió por la degradación de sus neumáticos y Checo Pérez aprovechó la situación del monegasco para cerrar la brechs y sostener una aguerrida disputa por la segunda posición.
Un error del monegasco en la vuelta final mientras se defendía de Pérez le costó una penalidad de 5 segundos por salirse de la pista y ganar ventaja, lo cual le facilitó al mexicano asegurar el segundo sitio del podio.