Terminó el receso de verano y la acción de la Fórmula 1 regresó con las prácticas libres del Gran Premio de Bélgica en las que las condiciones climáticas fueron protagonistas.
La lluvia sobre el circuito de Spa-Francorchamps impidió que Checo Pérez pudiera rodar el tiempo deseado para poner a tono su Red Bull tras casi un mes sin actividades en pista.
Los hombres de Ferrari lideraron la primera sesión con Carlos Sainz al frente de Charles Leclerc y de Max Verstappen.
Pérez se encontraba en la zona media del clasificador cuando Kevin Magnussen tuvo un problema con su monoplaza y salió la bandera roja a pista, indicando la suspensión momentánea de la sesión.
A pesar de que en la reanudación el mexicano comenzaba a reducir sus tiempos de vueltas con los neumáticos blandos, llegó la lluvia y nadie pudo mejorar, dejándolo relegado en la décima posición.
La segunda sesión fue más de lo mismo, las precipitaciones sobre el circuito redujeron el tiempo en pista de los pilotos, así como los programas de entrenamientos.
En esta ocasión, Max Verstappen fue el líder del grupo, superando a Leclerc y a Norris por casi un segundo de diferencia. Pérez, por su parte, repitió en el décimo peldaño.
La carrera tendrá un sabor especial por las múltiples penalizaciones por cambios en la unidad de potencia, en los que Verstappen y Leclerc se encuentran involucrados, lo cual abre la posibilidad para que Checo tenga más margen para pelear por la victoria.
