El GOAT está de manteles largos. El quarterback de los Buccaneers de Tampa Bay festeja sus 45 años de vida y en su temporada 23 en la NFL buscará el camino a su octavo anillo de Super bowl.
En un punto de su carrera, Brady declaró hasta el cansancio que uno de sus objetivos principales era poder jugar hasta la mitad del cuarto piso. Lo que en su momento parecía una opción remota, el día de hoy es una realidad.
Llegar a los 45 años jugando al más alto nivel es una auténtica proeza en la NFL, particularmente en la posición de mariscal de campo, en donde el deterioro físico propio de la edad suele ser bastante notorio.
Desde su debut en la Semana 2 de la temporada 2001 entrando en sustitución de un lesionado Drew Bledsoe, Brady ha mostrado día con día su característica disciplina que le ha ayudado a colocarse como uno de los jugadores más importantes de la historia de la NFL.
21 años después, el originario de San Mateo, California, ha cosechado toda clase de records, entre los cuales se destaca como el mariscal de campo con más pases de touchdown y yardas por pase de toda la historia. Además, por s upuesto, de ser el jugador con más campeonatos conseguidos en la era del Super Bowl.
Si bien, en su camino no se ha librado de la polémica, como el ‘Deflategate’ de 2014, su dominio en playoffs, las épicas remontadas y su superlativo entendimiento del juego le han valido para ser llamado ‘El más grande de todos los tiempos (GOAT, por sus siglas en inglés) por un gran sector del público.
Después de un fallido intento de retiro a principios de este año, no está claro cuánto tiempo más jugará en la NFL. Abiertamente ha dicho que no quiere una gira de despedida, por lo que solo tendremos que asumir que cada año es su último año.